viernes, 28 de abril de 2017

Algunos de los estadios más grandes del mundo

10. Bung Karno
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Está situado en Yakarta, Indonesia. Tiene una capacidad para 88.306 espectadores. Juegan el Persija Jakarta y la Selección de fútbol de Indonesia en este recinto.
9. Wembley
Wembley
Con una capacidad de 90.000 espectadores, el estadio de Wembley es uno de los más históricos de Inglaterra. Ha acogido diversas finales.
8. Rose Bowl 
Rose Bowl Stadium
Se encuentra en la localidad de Pasadena (Los Ángeles, California), en Estados Unidos. Actualmente puede albergar un máximo de 92.542 espectadores.
7. Soccer City
Soccer City Stadium
Acogió la final del Mundial en Sudáfrica y tiene capacidad para 94.700 espectadores.
6. Estadio Azadi
Azadi Stadium
Se estrenó en 1973. Incialmente tuvo una capacidad para 100.000 personas y fue bautizado como Estadio Aryamehr. Después de la Revolución del país se cambió a Azadi, que significa “libertad”. Es el estadio donde juegan la selección nacional y el Esteghlal y el Persépolis.
5. Camp Nou
Camp Nou
El estadio del FC Barcelona y tiene capacidad para 99.354 espectadores. Se inauguró el 24 de septiembre de 1957. Es el campo de fútbol con más aforo de Europa.
4. Melbourne Cricket Ground
Melbourne Criquet Stadium
Es un estadio que se utiliza principalmente para practicar críquet, fútbol y fútbol australiano. Caben un total de 100.024 espectadores.
3. Estadio Azteca
Estadio Azteca
En él se juegan los partidos del Club América y la Selección de fútbol de México. Tiene un aforo de 105.064 aficionados.
2. Salt Lake Stadium
Salt Lake Stadium
El estadio de la Juventud India es el más grande del país asiático y tiene capacidad máxima para 135.000 personas.
1. Reungrado Primero de Mayo
Reungrado Primero de Mayo
Reungrado Primero de Mayo fue reabierto tras una remodelación a finales de 2015. Es famoso por ser el estadio de fútbol más grande del mundo. Tiene capacidad para 150.000 espectadores y es el escenario donde se disputan los partidos de la Selección de fútbol de Corea del Norte.

Victoria de Márquez en el circuito de las Américas




GP Américas MotoGP 2017El italiano, nuevo líder del Mundial
Márquez gana en Austin, Viñales se cae y Rossi,                                       segundo.
Marc Márquez pudo mantener el pleno en Texas. Cinco de cinco en el circuito de las Américas. Sólo sabe ganar. Hay Mundial tras la caída de Viñales. Rossi es el nuevo líder. Con 38 años.

 La salida condenó a Maverick. Pedrosa sorprendió a todos y se puso primero. Marc era segundo, con Rossi, tercero y el de Roses, cuarto. Hasta Lorenzo, que se puso quinto intentó pasar al gerundense. Lo hizo, pero este se lo devolvió. Zarco pasó al balear, que ya no asomó más por las plazas delanteras.

Así está el Mundial de MotoGP
El duelo esperado se esfumó al irse al suelo el ganador en Qatar y Argentina. 'Mack' besó el asfalto en la segunda vuelta en la curva 14. No se explicaba la caída. Adiós a su gran inicio con Yamaha.


La carrera se tomó cierta calma. Dani tiraba y el de Cervera resistía. Rossi era cómodo tercero hasta que Zarco se le acercó e intentó pasarle. Se tocaron. Vale se fue por fuera de la pista y volvió... más cerca de Márquez. Luego, la Dirección de Carrera le sancionó con 0.3 segundos a añadir a su tiempo final. Extraña penalización.

Por delante, el ilerdense atacó al barcelonés, que se defendió bien. Pero a falta de 13 giros, Márquez lo logró. El de Castellar lo intentó de nuevo más tarde, pero no pudo y Marc dio la estocada a falta de siete vueltas. Apretó, hizo la vuelta rápida y se fugó.

 Comenzó otro duelo, el de la segunda plaza. Rossi se acercó a Pedrosa hasta que lo pasó a falta de dos vueltas. Además, por si acaso, le sacó más de tres décimas al final. El italiano, líder. Alucinante. No falla nunca. Pedrosa, buen tercero, pero el 'sheriff' sigue siendo Márquez. En Austin revivió para el Mundial. La caída de Viñales enmendó su fallo en Termas. 


jueves, 27 de abril de 2017

Décimo titulo de Nadal en Montecarlo





Rafa Nadal atrapa su décimo Montecarlo y supera a Vilas

El mallorquín bate a Ramos en la final (6-1 y 6-3, en 1h 15m) y se convierte en el jugador con más títulos de la historia (50) sobre tierra batida. Es el único tenista que ha ganado tantas veces un mismo torneo.


Rafa Nadal

Nadal muerde el trofeo de campeón en Montecarlo.

En un chasquido de dedos, Rafael Nadal reventó el récord histórico que le consagra como rey absoluto de la tierra batida. El mallorquín batió en la final del Masters de Montecarlo al catalán Albert Ramos (6-1 y 6-3, en 1h 16m) y se desmarcó definitivamente del argentino Guillermo Vilas, con quien estaba emparejado a títulos sobre esta superficie desde hace un año. Ahora, el balear ya camina solo, sin sombra alguna en su territorio fetiche. Abarca 50 trofeos en arcilla y de paso rompió otra barrera, la de ser el único jugador de la Era Abierta (desde 1968) que gana 10 trofeos de un mismo torneo. Además, quebró su dinámica negativa en las finales que ha disputado esta temporada y elevó su primer título.
“Lo importante es sentirse competitivo, eso es lo más importante. Si estoy bien y me siento competitivo entonces soy feliz”, incidía el protagonista, al que se le había resistido la gloria previamente en Melbourne, Acapulco y Miami. “Sé que si estoy en varias grandes finales de manera consecutiva estoy creando las oportunidades para finalmente poder ganar alguna. Hoy fue otra oportunidad y gané, así que tengo buenas sensaciones. Yo diría que este título llega en el mejor momento para mí. Me aporta confianza”, expuso Nadal, al que le hacía falta rematar una obra para reforzar la fe y consolidar el loable esfuerzo que está llevando a cabo para reencontrarse con el Nadal de los viejos tiempos.
Rafa Nadal atrapa su décimo Montecarlo y supera a VilasAsestó el balear un golpe en el momento más oportuno. En su primer desfile sobre arena, después de casi un año, el balear lanzó un aviso para navegantes: está a punto para el reto. Ahora, por delante, dos semanas en Barcelona y Madrid para seguir poniéndose a tono y desembarcar en París con el trabajo bien hecho y el sable afilado. De momento abandonó el Principado con el título 70 en su maleta y su 29º Masters 1.000, situándose en este sentido a solo uno del plusmarquista Novak Djokovic (30). Transita segundo en la Race (el sistema que dictamina a los mejores del año), solo por detrás de Roger Federer, asciende al quinto escalón del ranking y por encima de todo, mira ya por el retrovisor a Vilas, atrás el argentino definitivamente.


Este título llega en el mejor momento para mí. Me aporta confianza

Decía el historial que hasta ayer ambos estaban igualados, pero la realidad pone enseguida las cosas en su sitio. Nadal ya no solo tiene más títulos y de mayor calidad —nueve Roland Garros frente a uno—, sino que además reforzó la estadística en esta edición de Montecarlo. Sobre tierra suma 370 victorias y 34 derrotas; es decir, su porcentaje de éxito se dispara hasta el 92%, mientras que el de Vilas (64 años), extraordinario también a pesar de haber jugado casi el doble de partidos, se quedó en un 80% (659/162) cuando decidió colgar la raqueta en 1989.

Rafa Nadal atrapa su décimo Montecarlo y supera a Vilas


miércoles, 12 de abril de 2017

Sergio García gana el Masters de Augusta e ingresa en la corte de los más grandes

El golfista español derrota a Justin Rose en el 'playoff' de Augusta y se convierte en el tercer español que gana allí tras Seve y Olazabal.


Sergio García se enfundó la chaqueta verde del Masters de Augusta el...
Durante 19 hoyos que serán recordados siempre, Sergio García y Justin Rose convirtieron la última ronda del Masters en un cuerpo a cuerpo sin piedad que solo se resolvió en el último golpe, en el último green. La pelea de los dos europeos de la quinta del 80, el español y el inglés, engrandeció uno de los Masters más igualados de los últimos tiempos: solo un jugador con la calidad de los dos que vieron alargarse las sombras interminables sobre el Augusta National Golf Club el domingo podía haber sido capaz de imponerse. Cualquier rendija mínima que dejara abierta uno de ellos, un putt dubitativo, un chip torcido, lo aprovechaba el otro sin dudar, matador. Golpe por golpe, birdie por birdie, hasta quedar sin aliento. Nada se regalaba, nada podía darse por supuesto. Ninguno se arrugó. Después de cada error volvían más decididos. Después de cada acierto, se preparaban para no fallar.
No puede haber mejor forma de demostrar sus méritos para ganarse su primera chaqueta verde, para entrar en la corte de los grandes, que doblegar en un pulso de proporciones épicas, un duelo al sol sin final, al rival más duro, en el campo más complicado. Como le habría gustado a Seve, ganador de la chaqueta verde en 1980 y 1983, como aplaudió Olazabal (Masters de 1994 y 1999), Sergio García, de 37 años, entró en la corte de los grandes a lo grande.
CLASIFICACIÓN FINAL
1. Sergio García (-9). 
Ganador en el desempate. 2. Justin Rose (-9). 3. Charl Schwartzel (-6). 4. Matt Kuchar (-5), Thomas Pieters (-5). 6. Paul Casey (-4). 7. Kevin Chappell (-3), Rory McIlroy (-3). 9. Ryan Moore (-2), Adam Scott (-2). 11. Russell Henley (-1), Brooks Koepka (-1), Hideki Matsuyama (-1), Rickie Fowler (-1) Jordan Spieth (-1). 16. Martyn Kaymer (0), Steve Stricker (0), Jordan Spieth (0). 27. Jon Rahm (+3).


La victoria no se decidió en el green del 18, donde ambos fallaron su putt, un golpecito que habría decidido la contienda. Dos hierros geniales de ambos. La bola de Rose dio un golpe afortunado en el borde del green y se quedó a dos metros de la bandera; respondió el español con su mejor wedge del día: la bola limpia voló alta, cayó lenta y rodó como atraída por un imán hacia la bandera: se quedó a metro y medio. Augusta, decían los viejos, se gana metiendo un putt de dos metros cuesta abajo. El último golpe. A su lado los 278 que habían dado ambos para llegar allí eran recuerdo. Los 71 hoyos anteriores, pasado. A eso se redujo el torneo para ambos. Tenían tantas ganas de seguir dándose duro que ambos lo fallaron. En el regreso al 18 en elplayoff, el suspense no duró. Rose se fue a los pinos de la derecha, necesitó dos golpes más para llegar a green y falló un putt largo que le habría dado un mínimo de esperanza. García lo jugó como nunca. La gloria, la grandeza, le esperaban allí, en aquel green que tanas veces le había traicionado. Cerró con birdie, con clase, con estilo. Con grandeza.
Sergio García comenzó jugando como si vistiera esmoquin. Tan elegante, imaginativo, creativo y genial era su juego, como si no exigiera sudor el esfuerzo, como si ante golpe un complicado con su hierrito en la mano, Sergio García  que parecía dictado por Seve. Los greens de Augusta en todo su esplendor, duras montañas resbaladizas que no dejaban asentarse ninguna bola donde querían dejarla los demás, se plegaban a los deseos de su wedge, que parecía una varita mágica capaz de dibujar nuevas trayectorias, curvas, órbitas en la geometría trazada en la hierba. Dos birdies en los tres primeros hoyos, dos golpes de recuperación geniales en el dos y en el cinco hicieron creer a más de uno que el viejo dicho que de que el Masters comienza en el décimo hoyo de la última ronda estaba demasiado sobrevalorado.
Terminado el quinto hoyo, donde Rose cometió bogey, los dos norteamericanos fabulosos que actuaron de teloneros y coristas, Jordan Spieth y Ricky Fowler, habían desparecido de la contienda, incapaces de soportar el ritmo de los grandes. En ese momento, el marcador era claro: García, -8; Rose, -5. En otro torneo, en otro campo, al español le habría bastado con mantenerse regular y forzar a su rival a jugar agresivo para cometer errores, y así llegar. Otro torneo, otro campo, no es un grande, el grande más deseado, no es un Masters. El frac lo recogió Rose: tres birdies seguidos del sexto al octavo. Empate a -8 a falta de nueve hoyos. Tras las escaramuzas, en el décimo, efectivamente, los clásicos nunca yerran, comenzó el Masters.
Los dos jugadores se pusieron ya el mono de trabajo, sudaron, resoplaron, y comenzó el verdadero intercambio de golpes. Los dos primeros los regaló García, con bogeys en el 10 y en el 11. A falta de siete hoyos, Rose ganaba por dos golpes. El 13, como la víspera, las azaleas tan simbólicas y amorosas, cambió el partido. Pese a una penalización por dropaje, el de Castellón salvó el par. Anonadado, Rose falló un putt de birdie que habría matado el partido y dejó la puerta abierta al regreso espectacular de García: birdie al 14, eagle fantástico, casi un albatros a lo Sarazen en el 15, y de nuevo un golpe menos. Rose le devolvió la genialidad en el 16º. Con un birdie recuperó la ventaja, pero la perdió en el 17 con un bogey. Sin tregua, sin respiro, Sergio García ganó dos hoyos más tarde, 18 años después de su primer viaje a Augusta, su primera chaqueta verde, su primer grande.